Se trata de Monte Comán–La Horqueta en San Rafael. El presupuesto oficial es de $645.810.000, que serán financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Estado Provincial.
El ambicioso plan del Gobierno provincial de integrar el secano mendocino con una red de acueductos para extender la explotación ganadera como forma de diversificar la economía avanza a paso firme. Mientras las obras en el acueducto Bowen Canalejas entraron en su etapa final, se abre una nueva licitación para construir el segundo de los 4 acueductos proyectados.
El proyecto está planteado en una zona donde se realiza ganadería extensiva de cría bovina. Por las ventajas competitivas que presenta el área como menores costos de producción, excelentes condiciones sanitarias, bajo costo impositivo y menor inversión requerida por vientre, la zona es un interesante polo de atracción para inversiones. Sin embargo, el principal impedimento para la explotación y el pastoreo racional es la disponibilidad de agua de buena calidad para darle de beber a los animales.
Por esto, cobra relevancia la puesta en marcha de la nueva obra con la que se mejorarán las condiciones socio productivas de la zona de Monte Comán–La Horqueta en más de 438.580 ha, mediante la instalación de 376 km de cañería, 31 bornas y 84 puntos de entrega. Además, el proyecto incluye capacitaciones, asistencia técnica y un plazo de ejecución de 12 meses.
El presupuesto oficial de la obra alcanza los $645.810.000 que serán financiados a través del programa Mendoza Tecnológica con fondos provenientes del BID más una contraparte de aportes provinciales.
La traza de la red troncal atravesará la RN 146 desde donde saldrán derivaciones hacia los distintos ramales previstos por las rutas provinciales 205, 77, 206 y 51. Los ductos se abastecerán desde un pozo de agua subterránea almacenada en un reservorio que se ubicará en las inmediaciones de la RP 153 y RN 146.
La distribución estratégica de agua apta para bebida del ganado permitirá mejorar la competitividad del sector ganadero, incrementar la productividad y sustentabilidad de las explotaciones ya que la zona cuenta con buen potencial forrajero natural que actualmente no puede ser aprovechado.
La construcción y operación del acueducto redundará en beneficios para el uso de pastizales y para mejorar los índices de preñez y destete por incidencia de la calidad de agua en más del 40%. Además, logrará reducir los costos operativos de mantenimiento de pozos, molinos, bombas, aguadas debido a que, a través del acueducto, no será necesario tenerlos constantemente operativos.